Robó cuando estaba en estado de ignorancia espiritual y luego se arrepentió
Pregunta: Hace mucho tiempo, cuando estaba en la flor de la juventud, era tan negligente, ignorante y pobre que solía robar algunos ganados. Ahora, después de haberme arrepentido y estar dispuesto a cumplir con mi responsabilidad en cuanto a devolver lo que robé de sus propietarios, tengo las siguientes preguntas: 1
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Número del tomo 11;
Página 209) - Hace cuarenta años, robé una cantidad de cardamomo y lo vendí a 120 riales, y quiero devolver su valor. ¿Debo pagar su valor actual, o el del momento de la venta? 2 - Robé algunas ovejas que más tarde produjeron descendencia, mientras estaba en mi poder. ¿Debo devolver el número original de ovejas o además, su descendencia a los legítimos propietarios? 3 - Si hay otros socios en el robo, ¿debo devolver la parte correspondiente a mí solamente o qué debo hacer? ¡Que Allah los proteja!
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Número del tomo 11;
Página 210) Respuesta: Debe pagar el valor del cardamomo que robó, según su precio en el momento de venta, a su propietario legítimo si está vivo o a los herederos si está muerto. Si esto no es posible, debe dar este valor como limosna en nombre del propietario. Sin embargo, si llega a conocer al propietario o a sus herederos, debe devolverle dicho valor, en cuyo caso será recompensado por la limosna que ha dado en el nombre del propietario, si Allah quiere. En cuanto a las ovejas, deben ser devueltas junto con sus descendientes, a su legítimo propietario si está vivo o a los herederos si está muerto. Sin embargo, si no hay herederos o si no puede llegar a ellos, debe dar el valor total estimado de las ovejas y sus descendientes en obras de caridad, en el nombre del propietario. Pero, si llega a conocer a este propietario o a sus herederos, debe devolver las ovejas y sus crías, en cuyo caso, será recompensado por la caridad que ha pagado en el nombre del propietario, si Allah quiere. Si tiene socios en el robo, debe liberarse de su cargo y pecado devolviendo su parte correspondiente de los bienes robados, a su legítimo propietario o darla en caridad en nombre del propietario si no puede llegar a él o a sus herederos como ha sido anteriormente mencionado. Por otra parte, tiene que arrepentirse sinceramente y decidir no cometer este acto malvado de nuevo. Además, se debe aconsejar a sus socios que compartieron el robo consigo, para liberarse de este pecado y advertirles contra el Castigo de Allah. Ellos deben saber que robar los bienes de la gente es un acto de injusticia imperdonable, a menos que los derechos se devuelven a sus legítimos dueños o si estos perdonan o renuncian a sus derechos. ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!