Reunirse junto a la familia del difunto y la preparación de alimentos después del entierro

Pregunta: En nuestro pueblo, hay una costumbre que cada vez que muere una persona, los vecinos se apresuran a servir la comida a la familia del fallecido y a consolarles, durante tres días. Como ustedes saben, esta costumbre sobrecarga a los pobres. ¿Hay algún inconveniente en no continuar con esta costumbre? La familia del fallecido instala una gran carpa y la dotan con muchísimas lámparas, micrófonos, altavoces y contratan a alguien para recitar el Glorioso Corán, por el alma del difunto. Y como ustedes saben estas prácticas son costosas tanto para los pobres como para los ricos. Además, el recitador cobra honorarios por el trabajo que realiza. La pregunta es la siguiente, ¿hay algún inconveniente en practicar estas costumbres?


Respuesta: La muerte es inevitable para cada ser vivo, porque Allah -Exaltado sea- dice en el Sagrado Corán: ( Número del tomo 7; Página 431)  Toda alma probará la muerte Allah -Altísimo sea- dice en otra aleya: Todo cuanto en ella hay, es perecedero La muerte de un musulmán o un pariente es una prueba y desgracia que hay que afrontar con paciencia y la esperanza de la recompensa de Allah. Allah -Enaltecido sea- dice: Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes(155)Aquéllos que cuando les ocurre alguna desgracia dicen: "De Allah somos y a Él hemos de volver"(156)Bendiciones de su Señor y misericordia se derramarán sobre ellos. Son los que están guiados El acto de dar el pésame a la familia del fallecido se prescribe en el Islam, para aliviarles su dolor y consolarlos. Está permitido decirles, "Que Allah le dé el mejor consuelo, alivie su aflicción y perdone a su familiar fallecido". Es preferible preparar comida para la familia del difunto según la necesidad, ya que están ocupados con su desgracia, como para preparar comida para ellos mismos. En cuanto a lo que algunas personas hacen de establecer grandes carpas para recibir las condolencias, la contratación de recitadores del Corán, la preparación de grandes banquetes, al fin y al cabo, es un derroche excesivo de dinero, además de perder mucho tiempo, lo que sobrecarga a la familia del fallecido y los otros, todas estas costumbres son innovaciones que no tienen nada que ver con la religión. Y fue narrado que Garir ibn ‘Abdullah ( Número del tomo 7; Página 432) -que Allah esté complacido con él- dijo: "Considerábamos -nosotros los Compañeros del Profeta- el hecho de reunirse junto a la familia de una persona muerta así como el hecho de prepararles un plato a los convidados después del entierro, como si formara parte del lamento." Por otra parte, si el dinero derrochado durante estas prácticas se ha tomado de la herencia dejada por el difunto, entonces se considera como abuso de los derechos de los herederos, sobre todo si se encuentran entre ellos huérfanos y menores de edad, pues será una injusticia irreparable¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!


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