¿Qué se puede hacer con los intereses añadidos por el banco al dinero depositado en él sin la petición del propietario del mismo?

Pregunta: Muchos musulmanes depositan el dinero que les sobra en cuentas bancarias de ahorro. A finales del año encuentran que el banco ha añadido a su cuenta una suma de dinero, la cual es el interés que les corresponde por el último término. Todos sabemos a ciencia cierta que este interés es ilícito, y que no se debe dejar con nuestro lícito dinero. Conocemos a muchos musulmanes pobres, sean americanos o estudiantes extranjeros, que padecen muchos apuros y, por lo tanto, necesitan ayuda y caridad. Por ello queremos saber: ¿Está permitido repartir dicho dinero entre estos pobres en vez de dejarlo para el banco cuyos propietarios son enemigos del Islam? Tenga en cuenta que este tipo de limosna no sustituye a las dádivas que sacamos de nuestro lícito dinero, sino que hacemos los dos juntos.


Respuesta: ‘Ubadah ibn Al-Samit -que Allah esté complacido con él- relató que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: Vender oro por oro, plata por plata, trigo por trigo, cebada por cebada, dátiles por dátiles y sal por sal, semejante por semejante (en calidad), igual por igual (en cantidad), mano en mano. Si las mercancias son de distinto tipo, entonces vended como queráis, siempre y cuando sea de mano en mano Recopilado por Al-Bujari y Muslim en sus dos libros Sahih. Además, Abu Sa‘id Al-Judri -que Allah esté complacido con él- narró que el Mensajero de Allah dijo: ( Número del tomo 13; Página 394) No vendáis el oro por el oro si no son equivalentes en peso; no vendáis menos por más o viceversa. No vendáis plata por plata si no son equivalentes en peso; y no vendáis menos por más o viceversa. Y no vendáis lo ausente (de oro o plata) a cambio de algo presente (de oro o plata) , y dijo en otra versión: oro por oro, plata por plata, trigo por trigo, cebada por cebada, dátiles por dátiles y sal por sal, igual por igual, mano en mano. Si alguien da más o pide más, ha puesto en juego la usura. El receptor y el dador son igualmente culpables Recopilado por Ahmad y Al-Bujari. No hay duda de que los textos del Corán y la Sunna que muestran la prohibición de la usura con sus dos tipos, la de al-nasi'ah (involucra el intercambio de usura del mismo o diferentes productos con un retraso de pago) y la de al-fadl (intereses en venta. Involucra el intercambio de cantidades o medidas diferentes del mismo producto), no distinguen entre lo que sucede mutuamente entre los musulmanes o entre éstos y los incrédulos, enemigos del Islam, más bien prohíben todo tipo de contratos de usura, aun cuando las dos partes del contrato pertenezcan a diferentes religiones. El hecho de que haya muchos musulmanes pobres en Estados Unidos o en cualquier otro país que necesitan ayuda y caridad no legaliza recibir usura de los bancos o de los indivduos para echarles una mano y cubrir sus gastos, porque esto no se trata de una necesidad que les permite tomar algo prohibido por Allah, según el Corán y la Sunna, dado que hay otros medios de caridad que les alivian y les ayudan en satisfacer sus necesidades. Tampoco es excusa para tomar la usura el pretexto de que el banco pertenece a los enemigos del Islam, teniendo en cuenta que hay entre ellos y nosotros mutuos acuerdos pacíficos comercial y culturalmente e intercambio de beneficios. ( Número del tomo 13; Página 395) Quien odia a los enemigos del Islam y le cuesta darles beneficios que les ayudan en sus asuntos mundanos, entre los cuales pueda estar el hecho de conspirar contra los musulmanes, no debe depositar dinero en sus bancos impidiéndoles todo tipo de provechos. Sería más conveniente que diera el dinero a un comerciante asociándose con él, si le fuera posible, en las ganancias. Pero en caso de no encontrar posibilidades para hacerlo, le estará permitido depositar su dinero en aquellos bancos sin recibir usura alguna. En la actualidad, los musulmanes han empezado a construir bancos islámicos, lo que facilita al musulmán depositar sus bienes allí protegiendo los mismos y ayudándo a los musulmanes a prescindirse de los bancos usureros. ¡Allah es Quien da el éxito! ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!


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