Llevar ejemplar del Corán en el bolsillo para protegerse de la envidia o del mal de ojo

Pregunta 1: ¿Cuál es el veredicto legal sobre llevar un ejemplar del Corán en el bolsillo para la protección contra la envidia o el mal de ojo sobre la base de que son las aleyas de Allah, y con confianza verdadera en Él? ¿Cuál es el veredicto si se ponen en el coche para evitar accidentes? Segunda pregunta: ¿Cuál es el veredicto legal respecto a usar un amuleto que contiene aleyas del Corán para la protección contra la envidia o el mal de ojo o para buscar el éxito o la recuperación de alguna enfermedad, hechizo o para otros fines? Tercera pregunta: ¿Cuál es el veredicto respecto a llevar collares de oro o de otra materia con colgantes de aleyas del Corán y súplicas escritas en ellos para la prevención contra el daño?


Respuesta 1: Allah -Glorificado sea- reveló el Corán para que las personas pudieran practicar su recitación como un acto de adoración, y contemplar su significado para aplicar sus juicios. De esta manera el Corán sirve como una advertencia y un recordatorio con el que los corazones de los creyentes se enternecen y sus pieles se erizan. Remedia la ignorancia y el extravío que hay en los pechos, purga las almas del politeísmo y las limpia de pecados y deficiencias. Allah -Glorificado sea- lo reveló como guía y misericordia para quien abre su corazón a él o lo escucha estando atento. Allah -Enaltecido sea- dice: ¡Hombres! Os ha llegado una exhortación de vuestro Señor, una cura para lo que hay en los pechos y una guía y una misericordia para los creyentes Dice también: Allah ha hecho descender el más hermoso de los relatos: Un libro homogéneo, reiterativo. A los que temen a su Señor les eriza la piel y ésta y sus corazones se enternecen con el recuerdo de Allah. Esa es la guía de Allah con la que Él guía a quien quiere ( Número del tomo 1; Página 304) Y en otra aleya dice: Realmente en esto hay un recuerdo para el que tenga corazón o escuche estando presente Allah -Glorificado sea- ha revelado el Corán como un milagro y una prueba clara que demuestra la Profecía de Muhammad -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- que fue enviado como una misericordia para toda la humanidad y para que nadie tenga ningún argumento frente Allah. Allah -Altísimo sea- dice: Y dicen: ¿Por qué no se le hacen descender signos procedentes de su Señor? Di: Los signos están junto a Allah y yo sólo soy un advertidor claro(50)¿Es que no les basta que hayamos hecho que te descendiera el Libro que recitas?Verdaderamente en él hay misericordia y recuerdo para la gente que cree También dice: Estos son los signos del Libro claro y en otra aleya dice: Estos son los signos del Libro Sabio Además de muchas otras aleyas. ( Número del tomo 1; Página 305) El Corán, el milagro magnífico, es un libro que contiene los veredictos legales y las pruebas irrefutables, a través del cual Allah apoyó a Su Mensajero Muhammad -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-. Es auténticamente narrado que el Mensajero de Allah solía realizar Ruqyah por sí mismo, puesto que recitaba tres veces las tres suras protectoras. También es auténticamente reportado que permitió realizar la Ruqyah siempre y cuando no contuviera ningún acto de politeísmo, ya que admitió que los Compañeros la realizaran. También les permitió que cobraran dinero por hacer la Ruqyah. Bajo la autoridad de ‘Awf ibn Malik dijo: En los tiempos preislámicos practicábamos la ruqyah (curación o protección mediante lectura), y preguntamos: ¡Mensajero de Allah! ¿Qué opinas sobre esto? Respondió: "déjadme ver cómo lo hacéis. No hay nada malo en la ruqyah, siempre y cuando no sea politeísmo" Recopilado por Muslim en su Sahih. En otro Hadith narrado por Abu Sa‘id Al-Judri -que Allah esté complacido con él- dijo: ( Número del tomo 1; Página 306) Un grupo de los compañeros del Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- emprendieron un viaje y, en el camino, pasaron por las viviendas de una tribu árabe. Les pidieron alojamiento pero se lo negaron. Entre tanto, el jefe de esa tribu fue mordido y los de la tribu intentaron curarle por todo lo posible, pero no tuvieron éxito. Algunos de ellos dijeron: "¿Y porqué no acudimos a estos viajeros; tal vez nos puedan ayudar y decirnos que hacer?". Fueron a ellos y dijeron: "¡Viajeros!, nuestro jefe fue mordido y hemos hecho todo lo posible para curarlo, pero todo ha sido en vano. ¿hay acaso alguno de vosotros que pueda nos pueda ayudar a curarlo?" Uno de los compañeros dijo: "Sí, yo practico la curación mediante lecturas. Sin embargo, en vista de que os pedimos alojamiento y os rehusasteis, no le haré nada hasta que nos deis una retribución. Y se pusieron de acuerdo en retribuirles con un rebaño ovejuno. Así que el compañero del Profeta empezó a escupir y recitar la primera sura del Corán: "Al-hamdu l-Illahi Rabb al-‘alamin" (Alabado sea Allah, Señor de los mundos..." y el jefe se movió como si se hubiera liberado de una atadura, echándose a andar sin ninguna señal de enfermedad. Dijo (el narrador): y les pagaron la retribución acordada, y algunos de los compañeros dijeron: "repartid el ganado". El que practicó la curación dijo: "No lo hagáis hasta que lleguemos ante el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él- le contemos lo que sucedió y veamos lo que nos mande". Así, se presentaron ante el Mensajero de Allah y le contaron lo sucedido. Él dijo: «¿Y cómo sabes que es una ruqyah (Curación mediante lectura)?» Luego dijo: «Habéis hecho lo correcto; ahora repartíoslo y dedicadme una parte, y sonrió el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-. Recopilado por Al-Bujari y Muslim. En un Hadith narrado por ‘A’isha -que Allah esté complacido con ella- dijo: Cada vez que el Mensajero de Allah iba a la cama, soplaba en sus manos mientras recitaba las tres suras protectoras de Al-Ijlas (La adoración pura), Al Falaq (El rayar del alba) y Al-Nas (Los hombres). A continuación, pasaba las manos sobre la cara y lo que alcanzaba de su cuerpo. Añade ‘A’isha: Cuando el Profeta estaba enfermo, me pedía que lo hiciera por él Recopilado por Al-Bujari. En otro Hadith también narrado por ‘A’isha -que Allah esté complacido con ella- dijo: “El Profeta solía proteger a algunos de su familia contra el mal. pasaba su mano derecha y decía: ‘Allahumma rabba al-nas, adhhib al-ba's, ishfi anta al-shafi, la shifa'a illa shifa'uka, shifa'an la yugadiru saqama’. (¡Allah, Señor de las gentes. Ahuyenta el mal y cura. Tú eres el que cura y no hay más curación que la Tuya, cura que no deja secuela! Recopilado por Al-Bujari. Hay otros muchos Hadithes que afirman que el Profeta practicó la Ruqyah con aleyas del Corán y súplicas, y que la permitió siempre y cuando no incluyera ningún acto de politeísmo. Sin embargo, no se informó de que el Profeta, siendo él quien recibió la Revelación Divina, llevara o ponía a uno de sus Compañeros algún amuleto como una protección contra la envidia o el mal. Nunca colgó un amuleto en su ropa ni lo llevó con él en un viaje con el fin de protegerse de la maldad de sus enemigos, buscar la victoria sobre ellos o facilitar el viaje, ni para proporcionar un beneficio o evitar un daño. Si estas prácticas hubieran sido permitidas, no sólo habría que observarlas, sino que también habría informado a su Ummah (Nación Islámica) de ellas, ( Número del tomo 1; Página 307)  porque Allah dice: ¡Mensajero! Haz llegar lo que te ha descendido de tu Señor. Y si no lo haces del todo, entonces no habrás transmitido Su mensaje Si hubiera hecho cualquiera de estas prácticas, sus Compañeros las hubieran transmitido a nosotros, y la hubiera practicado ya que ellos son los más cuidadosos en la transmisión, la clarificación y la conservación de la Shari'ah (Legislación Islámica) con sus dichos y hechos, y son los mejores en adherirse a la Sunna del Profeta. Nada de esto fue comprobado por ellos, lo que indica la inadmisibilidad de llevar un ejemplar del Corán en el bolsillo, ni ponerlo en un coche, en casa o en un erario para protegerse, prevenir la envidia, o evitar algún daño. Del mismo modo, no está permitido tener un amuleto del Corán o un collar de oro o plata que contiene las aleyas del Corán que se lleva alrededor del cuello. Estas prácticas contradicen la guía presentada por el Mensajero de Allah, y por sus Compañeros. La prohibición de estas prácticas está señalada en el sentido general del Hadith que dice: Quien se cuelgue un amuleto, pido a Allah que no logre su finalidad y en otra versión del mismo Hadith: Quien cuelgue un amuleto, habría cometido un acto de politeísmo. ambos fueron narrados por Ahmad. Lo mismo indica el sentido general del Hadith: Ciertamente, la hechicería, los amuletos y maleficios son politeísmo. El Profeta no prohibió los tipos de Ruqyah que están libres de las fórmulas de politeísmo, tal como hemos mencionado anteriormente. Más, no excluyó ningún tipo de amuletos, es decir, los prohibió todos. Esta es la opinión de ‘Abdullah ibn Mas‘ud, ‘Abdullah ibn ‘Abbas, un grupo de los Compañeros y otro de los Sucesores, de los cuales algunos fueron amigos de ‘Abdullah ibn Mas‘ud, como Ibrahim ibn Yazid Al-Naj‘i. ( Número del tomo 1; Página 308) Otros ulemas han sostenido que es admisible usar amuletos que contengan aleyas del Corán o los Nombres y Atributos de Allah, con el propósito de buscar protección. Según ellos, el Hadith del Profeta sobre los amuletos excluye tanto este tipo de amuletos como la Ruqyah que no tiene ningún acto de politeísmo. El Corán es la Palabra de Allah que es uno de sus Atributos. No hay politeísmo en la creencia de que los Nombres y Atributos de Allah traigan bendiciones y beneficios. Por eso, no está prohibido el uso de amuletos coránicos que están diseñados para ser puestos en prendas o colgados alrededor del cuello. Este punto de vista se atribuye a algunos ulemas como ‘Abdullah ibn ‘Amru ibn Al-‘Aas, aunque la cadena de narradores que afirma esta opinión no es de comprobada autenticidad, ya que incluye a Muhammad ibn Ishaq quien es considerado como fraudulento. Y debido a que la autenticidad de la cadena de narradores no se ha comprobado, no hay indicios que implican la permisibilidad de llevar amuletos. El Hadith sólo indica que ‘Abdullah enseñaba el Corán a los niños y escribía en tablillas que se colgaban alrededor del cuello de los más pequeños. Lo más probable es que lo hizo para que pudieran repetir el Corán una y otra vez por el bien de la memorización. No parece que su intención era para protegerlos de la envidia o de cualquier otro daño. El Sheij ‘Abd Al-Rahman Ibn Hasan apoyó en su libro Fath Al-Magid, la opinión de ‘Abdullah ibn Mas‘ud y sus amigos, de que está prohibido usar amuletos, ya sean con aleyas del Corán o no, y dijo que esta opinión era la más correcta por tres razones:Primera: La prohibición es general, y no tiene excepciones.Segunda: porque el uso de lo permitido puede conducir al uso de lo prohibido y para evitar el uso de otros objetos prohibidos. ( Número del tomo 1; Página 309) Tercera: Evitar el desprecio a los amuletos de aleyas del Corán mediante llevarlos a la hora de orinar o defecar. Y Allah sabe más. ¡Que Allah nos conceda el éxito!¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad,su familia y sus compañeros!


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