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Número del tomo 19;
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Número del tomo 19;
Página 187) Pregunta: Mi madre tiene una enfermedad que le impide moverse, lo que implicó la incapacidad de llevar a cabo la vida marital. Mi padre la hacía tratar médicamente, dentro y fuera de Arabia Saudita. No obstante, sus intentos fueron en vano, lo que llevó a mi padre a casarse con otra mujer, porque tenía miedo de cometer adulterio. Gracias a Allah él goza de buena salud y nosotros, sus hijos, estamos de acuerdo con que se case, teniendo en cuenta que mi madre está bajo la potestad marital de mi padre y él la trata bien. Un día vino mi tía, la hermana menor de mi madre, a nuestra casa y nos pidió llevar a mi madre para que estuviera en su casa por un mes, con el objetivo de curarla y cuidarla. Mi tía se enteró del otro matrimonio. Después de acabarse el mes, le pedimos que devolviera a nuestra madre porque no se mejoraba, pero mi tía lo rechazó firmemente. La razón era que ella y otros tíos rechazaban el segundo matrimonio, y cuando preguntamos a nuestra tía por qué rechaza el matrimonio de mi padre, dijo: "prefiero que tu padre cometa adulterio a que se case con otra fuera de mi hermana, y en este caso él sólo será responsable de este pecado". Algunos tíos dijeron: "Si se supone que el que está enfermo es tu padre ¿Acaso está permitido para nuestra hermana pedir el divorcio y casarse con otro hombre? Luego, trajimos a nuestra madre por fuerza; temiendo de que nuestro padre la divorciara, lo que me llevó a casi levantar la mano para pegarle a mi tía durante la pelea que tuve con ella y con mis tíos, pero, me refugié en Allah contra Satanás y gracias a Allah no lo hice. Ahora nos sentimos más cómodos y vivimos una vida agradable con mi madre. Una semana después de la pelea fui a mi tía para pedirle perdón y para visitarla, pero lamentablemente no me saludó. Después de dos semanas volví a visitarla y me saludó, pero con mala acogida. Aunque yo vivo en la
ciudad de Buqayq,
mis tios dejaron de visitarnos en nuestra casa a menos que vuelva a la casa de
Al-Ahsa’.
Pese a que vivo con mis padres y mis hermanos en la misma vivienda en
(Buqayq)
y que mis tíos viven en la ciudad de
Al-Ahsa’,
yo tengo otra casa que está cerca de ellos en
Al-Ahsa’,
en la cual resido tres días de cada mes. Al estar allí mi tía solía venir pero saludaba solamente a mi madre y se quedaba con ella media hora o un poco más y luego se iba. Por otro lado, los otros tíos que no están de acuerdo con el matrimonio no la visitaron casi por un año entero, mientras que algunos de ellos la visitan cada mes o cada dos meses. Al mismo tiempo mi tía no nos visita en la casa en la que vivimos en la ciudad de
(Buqayq)
y aunque nos quedamos allí por mucho tiempo, no visita su hermana, aunque en el pasado la visitaba cada dos o tres semanas como máximo. Por lo tanto espero que usted me responda las preguntas siguientes: 1 - (
Número del tomo 19;
Página 188) ¿Cuál es el veredicto en cuanto a visitar nuestros tíos?, a pesar de que ellos ya no respetan a mi padre, ni siquiera quieren escuchar su nombre. ¿Los visitamos o dejamos de visitarlos hasta que resuelvan el asunto con nuestro padre? Nuestro padre no nos pidió que dejáramos de visitarlos, sino que me animaba a visitarlos, y como he mencionado, ellos no respetan a mi padre. Además, no me reciben como se debe, es decir, con cariño y amor, aunque pedí que mis tíos se reconciliaran con mi padre y que la familia volviera como era antes, pero todo mi esfuerzo fue en vano. 2 -
¿Cuál es el veredicto legal de la permisibilidad de casarse con cuatro mujeres? ¿Cuándo se permite que el musulmán se case con cuatro mujeres? 3 - ¿Cuál es el castigo para quien ordena el adulterio o lo aconseja con el fin de evitar que uno se case con otra fuera de su mujer? 4 - ¿Cuál es la situación de mis tíos, tienen razón respecto a lo que hizo mi padre?
Respuesta: Si la situación es como ha mencionado, primero: ustedes tienen que visitar a sus tíos a pesar de que ellos dejaron de visitarlos, no les devuelven la visita ni les reciben con buena acogida, y ustedes serán recompensados por visitarlos, mientras que ellos serán culpables por dejar de visitarlos. Segundo: está permitida la poligamia para quien es capaz de encargarse de todas sus necesidades, no teme cometer injusticia y que sea justo en repartir las noches entre las esposas. Tercero: quien detesta la poligamia y aconseja a dejar de practicarla y cree que es conveniente para él y para los demás evitar la poligamia -aunque se cometa adulterio- se equivoca en su pretensión (
Número del tomo 19;
Página 189) y comete un pecado por decirlo o aconsejarlo a otras personas. Además, tiene que arrepentirse ante Allah, pidiéndole perdón y negar lo que dijo o aconsejó. Cuarto: si el caso de sus tíos es como ha mencionado, entonces, están equivocados por dejar de visitarlos y por mirar hoscamente a su padre y a sus hijos. ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!