Esta Ummah (Nación Islámica) se dividirá en setenta y tres grupos
Pregunta: Consulté un noble Hadith narrado por Shayj Al-Islam
Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab
en su libro titulado Mujtasar Sirat Al-Rasul Salla Allahu ‘Alaihi Wa Sallam. En este Hadith el Profeta dice:
Esta comunidad se dividirá en setenta y tres grupos, todos irán al Infierno salvo uno.
Quería saber más detalles acerca de la cuestión sobre la cual
el Imam Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab dijo
(
Número del tomo 2;
Página 221) en su libro recién mencionado: “Esta es una de las cuestiones más importantes. Quien la comprenda será un verdadero alfaquí; y quien la pone en práctica, será un verdadero musulmán. Pido a Allah el Generoso que nos haga comprenderla y ponerla en práctica”. Deseaba también saber las respuestas de las siguientes preguntas relativas al Hadith antes mencionado:1
-¿Cuál será el grupo que se salvará, lo cual está indicado en el Hadith?2 - ¿Los grupos no especialistas en las ciencias del Hadith, como
los chiitas,
shafi‘íes,
hanafíes
y los de la tariqa Tijaniyya, etc.
formarán parte de los setenta y dos grupos que según el Noble Profeta entrarán al Infierno?3- Y si ustedes saben que estos grupos entrarán al Infierno, ¿cómo les permiten visitar
la Casa Inviolable?
¿Estará equivocado el gran Imam o se habrán desviados lejos de la vía recta?
Respuesta: Primero: Lo que el Imam, Al-Shayj
Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab, dijo
en [Mujtasar Al-Sirah] es una parte de un Hadith auténtico (sahih), famoso y narrado por
los copiladores de la Sunan, como
Abu Dawud,
Al-Nasa’i y
Al-Tirmidhi,
entre otros,
en diferentes versiones. Una de ellas es la siguiente:
Se dividieron
los judíos
en setenta y una sectas, todas irán al Infierno, salvo una;
los cristianos
en setenta y dos sectas, y todos irán al Infierno, salvo una; y esta comunidad se dividirá en setenta y tres sectas y todos irán al Infierno salvo una.
(
Número del tomo 2;
Página 222) En otra versión del mismo Hadith:
En setenta y tres religiones
y en otra:
Dijeron: "¡Mensajero de Allah! ¿Cuál será el grupo salvado?" Dijo: "Los que hacen lo mismo que hago yo y hacen mis compañeros".
Y según otra versión:
Es la unión (de los musulmanes). La Mano de Allah está con los unidos.
Segundo: la secta que se salvará fue clarificada por el Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- en algunas de las versiones del Hadith antes mencionado, pues mencionó sus cualidades y características en su respuesta a sus Compañeros cuando preguntaron: ¿Cuál será la secta salvada? Entonces contestó:
Los que hacen lo mismo que hago yo y hacen mis compañeros
Y en otra versión dijo:
Es la unión (de los musulmanes). La Mano de Allah está con los unidos.
(
Número del tomo 2;
Página 223) La describió, pues, por ser una secta que sigue en su creencia, dichos, acciones y valores morales de la guía del Profeta y de sus Compañeros -que Allah esté complacido con ellos-, de manera que se adhiere a las enseñanzas del Corán y de la Sunna respecto a lo que es legítimo e ilegítimo. Es la secta que sigue el método de los Compañeros, quienes no seguían, a su vez, sino al Mensajero de Allah, quien no hablaba de su propio deseo, sino que transmitía solamente lo que se le revelaba. Entonces, son de la secta salvada y de la Gente de la Sunna y del Consenso todos aquéllos que siguen el Corán, la Sunna verbal o práctica y lo que la Ummah [Nación Islámica] tuvo un consenso sobre ello, sin seducirse por las falsas pretensiones, los deseos desviantes o las interpretaciones inválidas y rechazadas tanto por la lengua árabe -que era la del Mensajero de Allah, y con la cual el Sagrado Corán fue revelado- como por los principios de la Shari‘ah islámica.Tercero: En cuanto a quienes siguen sus deseos y se oponen al Corán y a la Sunna auténtica basándose de sus propias opiniones o la de su Imam, por fanatismo o por una errónea interpretación de los textos del Corán y de la Sunna de un modo rechazado por la lengua árabe y contradictorio a los principios de la Shari‘ah islámica, de manera que se apartan de la unión de los musulmanes, éstos formarán parte de las setenta y dos sectas que según el infalible Mensajero entrarán al Infierno. Por tanto, la señal que distingue a estas sectas consiste en apartarse del Corán, de la Sunna y del Consenso (de los ulemas) sin tener una interpretación concordante con la lengua del Corán, ni con los principios de la Shari‘ah islámica que justifique su equivocación.Cuarto: La cuestión que fue mencionada por el Imam de la Da‘wah, Al-Shayj
Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab,
(
Número del tomo 2;
Página 224) indicando que era una de las cuestiones más importantes, y que quien la comprende será un verdadero alfaquí, y quien la pone en práctica será un verdadero musulmán, ha sido clarificada en el segundo párrafo de la respuesta respecto a la distinción de la secta salvada por ciertas cualidades que el Profeta Muhammad mencionó, y que las otras sectas la contradicen. Quien puede distinguir entre la secta salvada y la secta perecida por medio de las cualidades citadas por el Profeta, y comprender la diferencia entre ambas sectas, habrá comprendido la religión y distinguido entre a quien tiene que seguir y de quien tiene que apartarse y escapar tal como sí escapará de un león. Y quien actúa acorde a este entendimiento correcto, de modo que se adhiere a la unión de la guía y de la verdad tanto como a su gobernador, será un verdadero musulmán, porque se le aplicará la descripción de la secta salvada en cuanto a su conocimiento, creencia, dichos y acciones. Sin duda que ésta es una de las cuestiones más importantes y de mayor beneficio. Que Allah tenga misericordia con Al-Shayj
Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab,
el hombre perspicaz y de entendimiento preciso de los textos islámicos y de sus objetivos, ya que llamó la atención de los musulmanes a lo que les importaba de los asuntos religiosos, a veces implícitamente como lo es aquí, y otras veces explícitamente, como es el caso de muchos libros suyos. (
Número del tomo 2;
Página 225) Quinto: El Mensajero de Allah no indicó los títulos descriptivos o los nombres de las setenta y dos sectas que se atribuyen a sí mismos al Islam y por los cuales se pueden conocer, más bien él especificó que su signo distintivo es el apartamiento del Corán, de la Sunna y del consenso de los califas ejemplares y del resto de los Compañeros -que Allah esté complacido con ellos-, y la búsqueda de los deseos del alma, hablando en nombre de Allah sin tener conocimiento y por fanatismo de otros que no sea el Mensajero de Allah, de manera que en base a ello determinan sus enemistades y amistades. Por otro lado, el Profeta hizo que el lema de la secta salvada fuera su adhesión al Corán, la Sunnah y la unión de los musulmanes, dando preferencia a esto sobre sus propios conocimientos, pensamientos y deseos, de modo que sus deseos se vuelven pendientes de los reglamentos de la Shari‘ah islámica y en base a eso concretan sus enemistades y amistades. Así pues, quien utiliza otro criterio para evaluar y distinguir entre la secta salvada y las otras perecidas fuera de la clarificación del Mensajero de Allah habrá hablado sin conocimiento y habrá juzgado acerca de dichas sectas sin perspicacia por lo que cometería una injusticia contra sí mismo y contra las sectas pertinentes al Islam. Por otro lado, quien basa su distinción entre la secta salvada y las otras desviadas en la clarificación del Mensajero de Allah, habrá sido justo en su juzgamiento y habrá sabido que los grupos de la Ummah (Nación Islámica) son de diferentes grados, de manera que hay entre ellos quien está más interesado en seguir la Shari‘ah y someterse a la misma, apartándose de realizar innovaciones religiosas, de tergiversar los textos religiosos y de agregar o suprimir algo de los mismos, pues ésos serán los triunfadores por formar parte de la secta salvada. Entre los especialistas en las ciencias del Hadith y los Imames de Fiqh (Jurisprudencia Islámica) hay quienes son dignos de realizar Igtihad (esfuerzo que emprenden para deducir un veredicto legal basado en el Corán o la Sunna), pretendiendo cuidar la Shari‘ah y obedecer a la misma, pero quizá se equivocan en interpretar algunos de sus textos, equivocación que se perdona porque se comete en el margen del Igtihad. Mientras que hay quienes niegan algunos textos de la Shari‘ah, o por haber abrazado el Islam recientemente o por haber crecido en lugares lejanos en el territorio de los Estados islámicos, así que no fueron informados de lo que hayan negado. Y hay otros que cometen una desobediencia o una Bid‘ah que no les arrojan fuera del Islam, pues se consideran obedientes por lo que hacen de obediencias, y malhechores por lo que cometen de desobediencias o Bida‘ , de manera que estarán bajo la voluntad de Allah -Exaltado sea-; o los perdona o los castiga. Allah -Altísimo sea- dice:
Es cierto que Allah no perdona que se Le asocie con nada, pero, fuera de eso, perdona a quien quiere
Y dice:
Y hay otros que reconocen sus faltas y juntan una obra buena a otra mala. Puede que Allah se vuelva sobre ellos
(
Número del tomo 2;
Página 226) Por lo tanto, ni éstos ni aquellos son infieles por su interpretación equivocada o por haber negado lo que negaron, sino que se les tolera y se cuentan entre las sectas que se salvarán aunque estén en un grado inferior al primero. Sin embargo, hay quienes negaron algún reglamento aprobado por los ulemas y conocido entre los musulmanes, siguieron su propio deseo sin tener una guía de Allah, o interpretaron algunos textos de la Shari‘ah de una forma que contradice la interpretación adoptada por la unión de los musulmanes. Y aún tras haberles clarificado la verdad y establecido la evidencia que confirma su falsa perspectiva, no cambiaron su postura. Éstos serán infieles y apóstatas aunque digan que son musulmanes y se esfuercen en invitar a ello en base a su creencia y método, como la secta del
Qadianismo (Ahmadía),
quienes negaron que Muhammad -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- es el último Mensajero y alegaron que
Ghulam Ahmad Al-Qadyani
era un Profeta y Mensajero de Allah, que él era el Mesías hijo de María o que se le reencarnó el alma de Muhammad o de Jesús -la paz sea con ellos-, lo que le elevó al nivel de la Profecía.Sexto:
Ahl Al-Sunnah Wa Al-Gama‘ah tienen
bases fijas y documentadas en que apoyan para enterarse de los reglamentos secundarios, deducir las cuestiones parciales y por tanto aplicar las reglas de la Shari‘ah islámica sobre sí mismos y sobre los demás. (
Número del tomo 2;
Página 227) Una de estas bases es la siguiente: La fe se compone de dichos, acciones y creencias, de manera que se incrementa por realizar las obediencias y se reduce por cometer los pecados, pues cada vez que el musulmán realiza más obediencias, su fe se aumentará; y cada vez que comete desobediencias que no lo conducen a la infidelidad explícita, su fe se reducirá. La fe tiene, pues, varios grados, y la secta salvada también tiene diferentes grados, unos sobre otros según las pruebas y acorde a los dichos y las acciones realizadas.Otra base consiste en no acusar de incredulidad a nadie ni a una secta de los musulmanes en concreto, ya que evitan hacerlo porque el Profeta reprochó a
Usama ibn Zayd ibn Haritha
por haber matado a un hombre de los infieles tras haber dicho: No hay otro dios excepto Allah. El Profeta no aceptó la disculpa de
Usama
de que el hombre sólo lo dijo para salvarse, y le contestó:
¿Por qué no le abriste el corazón para saber si lo dijo sinceramente o no?
Es decir: si era sincero al decirlo o no.Sólo se puede acusar de incredulidad en caso de cometer una infidelidad explícita, como renegar lo que es aprobado por los ulemas y conocido entre los musulmanes o contradecir un consenso definitivo que no acepta otra interpretación y no renunciar su postura tras habérselo clarificado.Por consiguiente, el Imam de la Da‘wah [invitación al Islam] Al-Shayj
Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab
-que Allah le dé su perdón- se adhirió al método de
Ahl Al-Sunnah Wa Al-Gama‘ah
(
Número del tomo 2;
Página 228) y siguió sus principios, ya que evitó acusar de incredulidad a nadie ni a una secta de los musulmanes en concreto a causa de haber cometido una desobediencia, una falsa interpretación o una innovación religiosa salvo si hubo una prueba que implicaba su incredulidad por haber cometido tal acto, y tras haber comprobado la información y la clarificación correspondientes. El gobierno saudí –que Allah lo cuide y le conceda el éxito- no contradijo dicho método al gobernar y tratar con sus ciudadanos ni con los musulmanes que vienen a vivir en el Reino, sobre todo aquellos que visitan la Casa Inviolable para realizar los ritos de la peregrinación y de la ‘Umra (peregrinación menor). El gobierno considera a estos musulmanes como hermanos y colabora con ellos a fin ayudarlos, proteger sus derechos, y devolverles lo que les ha sido robado, darles la bienvenida y disponerles las facilitaciones necesarias para realizar sus ritos o misiones de la mejor forma con cariño y amabilidad. Y eso es bien sabido por quienes tienen noticia tanto de la historia del Reino, como de los esfuerzos y el dinero gastado para ayudar a los musulmanes y dar la mayor comodidad a los peregrinos
de la Casa de Allah.
De ahí el gobierno saudí permite a las diferentes sectas islámicas visitar la Casa Inviolable de Allah sin averiguar ni investigar sus creencias, activando el principio de juzgar a la gente según su apariencia, sin explorar el interior de cada persona, ya que Allah -Exaltado sea- es el Único que sabe los secretos del corazón. Pero en caso de que la incredulidad de una persona o una cierta secta es clara,
como los del Qadianismo,
y los ulemas e investigadores musulmanes coincidieron en ello, el gobierno no tendrá otra alternativa que impedirles de realizar los ritos de la peregrinación y la ‘Umra para proteger
la Casa Inviolable
de que sea visitada por quien tiene impurezas en el corazón, poniendo en práctica lo que Allah -Altísimo sea- dice:
¡Vosotros que creéis! Es cierto que los asociadores son impuros; que no se acerquen a la Mezquita Inviolable a partir de este año en el que están
(
Número del tomo 2;
Página 229) Y lo que dice en otra aleya:
y purifica Mi casa para los que dan vueltas alrededor de ella y los que rezan en pie, inclinados y postrados
Por lo expuesto anteriormente, aparece clara la importancia de esta cuestión, la cual fue mencionada por el entonces Imam de la Da‘wah [invitación al Islam] Al-Shayj
Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab
y cuya clarificación fue solicitada en la pregunta. También se puede observar que el Imam se adhirió a los principios de
Ahl Al-Sunnah Wa Al-Gama‘ah,
y que el gobierno saudí no se ha extraviado lejos de la vía recta, sino que se aferró a las bases de Ahl Al-Sunnah Wa Al Gama‘ah tal como el Imam de la Da‘wah hizo. Se deduce, asimismo, que el Gobierno juzga a los musulmanes según las apariencias, sin rastrear los secretos del corazón, tolerando a aquellos cuyo corazón ocultó su estado, y actuando de manera decisiva con aquellos cuyo corazón reveló el crimen que cometieron, insistiendo en su apostasía a pesar de haber recibido los debates y las clarificaciones correspondientes.¡Que Allah nos conceda el éxito!¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad,su familia y sus compañeros!