¿Es obligatorio ordenarle lo reconocido e impedirle lo reprobable a cada individuo o está limitado a un grupo en concreto?
Pregunta: Allah -Enaltecido sea- dice:
Sois la mejor comunidad que ha surgido en bien de los hombres. Ordenáis lo reconocido, impedís lo reprobable...
Esta noble aleya y lo que se relaciona con ella de los Hadices indican que el discurso está dirigido a los individuos, es decir: si el individuo ve algo reprobable, tiene que tratar de impedirlo y, si ve a una persona negligente al hacer el bien, tiene que instarla a realizarlo. Allah -Enaltecido sea- dide:
Para que de vosotros surja una comunidad que llame al bien, ordene lo reconocido e impida lo reprobable
, aleya que indica la formación y el establecimiento de un grupo, pero ¿quién tiene la responsabilidad? ¿Son los gobernantes, según lo que se menciona en el Corán, o se refiere al individuo? y si se dice: "El individuo es quien establece el grupo", entonces ¿se permite a otra persona establecer otro grupo? Y, si no se permite a un individuo establecer un grupo, porque otro individuo haya establecido otro grupo antes que él, entonces ¿cuál es la sentencia legítima si el primer grupo se aleja del camino recto o se desvía de sus objetivos? ¿Cómo se puede insistir en el veredicto legal? ¿Se le permite a otro establecer otro grupo?
Respuesta: La aleya coránica:
Sois la mejor comunidad que ha surgido en bien de los hombres. Ordenáis lo reconocido, impedís lo reprobable...
(
Número del tomo 12;
Página 331)
es un discurso público para toda la nación, tanto para el gobernante como para los gobernados hasta el Día del Juicio Final. Es una alabanza para ellos, por su creencia y por hacer lo debido de ordenar lo reconocido e impedir lo reprobable por la mano, la lengua o rechazándolo con el corazón, cada uno según su capacidad, como se entiende del discurso y, generalmente, según lo
transmitido por
Ahmad,
Muslim,
Abu Dawud y
Al-Nasa’i
que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo:
Quien de vosotros vea algo reprobable, que lo cambie con la mano; si no puede, que emplee la lengua (para censurarlo); si no puede, que emplee su corazón (deseando que ese mal desaparezca), y esto último es el signo más débil de sinceridad
pues el discurso no está dirigido a los individuos solamente como lo ha entendido la persona que pregunta.Por otro lado, la aleya coránica:
Para que de vosotros surja una comunidad que llame al bien, ordene lo reconocido e impida lo reprobable
(
Número del tomo 12;
Página 332) es una orden para toda la Ummah (Nación Islámica), para que haya en ella un grupo preparado para ordenar lo reconocido e impedir lo reprobable, válida para realizarlo debido a su ciencia, cultura, trabajo y moral, encargada de este asunto, asumiéndolo de una manera que sea suficiente para el aviso y la predicación, con lo cual se arreglan las situaciones de la Ummah. Si lo hace un grupo, los demás serán excusados de lo debido, y si no, todos serán culpables como es el caso de los deberes individuales. En cuanto a la manera de organizar esto y aplicarlo y la cualidad de ejercerlo, es tarea de los responsables -los ulemas y los gobernantes-, pues la conciencia científica y religiosa de la Ummah puede llegar a un nivel que anime a los grupos y a los individuos a asumir el deber de ordenar lo reconocido e impedir lo reprobable como debe ser, en donde no quepa ninguna negligencia ni defecto de agitación ni desviación del canmino de la shari'ah. En este caso, los responsables sólo participan en la enseñanza y en la da'wah, colaborando con los ciudadanos en hacer el bien, despertándolos en su religión y su vida e intercambiando los consejos entre el gobernante y los gobernados, como era el caso en los albores del Islam. A veces, los responsables pueden notar la negligencia en la enseñanza y en la preparación de los predicadores, una desviación de la da'wah o divergencia de opiniones, temiendo que esto produzca discordia, decadencia y corrupción, por lo que se ven obligados a encargarse de la enseñanza, que incluye la preparación de los predicadores, la organización de los medios del llamamiento al camino de Allah de manera que garantice el interés y la felicidad para la nación, el despertar para su llamamiento a lo bueno, ordenar lo reconocido e impedir lo reprobable e impedir la agitación y acabar con la desviación. (
Número del tomo 12;
Página 333) Si un musulmán llama a hacer el bien, ordena lo reconocido e impide lo reprobable de manera individual o uno o más grupos, que están de acuerdo en realizarlo al mismo tiempo o en momentos diferentes, colaboran entre sí para predicar el Islam y despertar a la Ummah en su religión en un mismo lugar o en lugares cercanos o alejados, entonces si su trabajo en la predicación está de acuerdo con lo que la shari'ah implica, hay que ayudarles, y si se desvian o provocan con su llamamiento una agitación o un daño que supere la utilidad de sus acciones, será obligatoria la supervisión de los responsables, que tendrán que guíarles y corregir sus actuaciones, para que se arreglen sus asuntos y se aproveche de lo que hacen. Si no, hay que castigarles e impedirles asumir la da'wah y realizarla, preferiendo el interés más fuerte y recurrir a lo más ligero de los dos males y encargar a quien es cualificado para la predicación, realizando el interés y alejándose de las causas de las agitaciones y del daño.Así queda clara la respuesta de las repeticiones que se han mencionado en la pregunta.¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!