El llamamiento a la adoración de Allah y la política
Pregunta 3:
¿Cuál es mejor: trabajar por el Islam a través de la política o a través de llamar a la gente a volver a la guía del Mensajero -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-?
Respuesta 3: Lo necesario es trabajar por el Islam a través de llamar a la gente a seguir el Libro de Allah y la Sunna de su Mensajero según el método que Allah -Exaltado sea- indicó y ordenó a su Mensajero Muhammad adherirse a ello. Allah dice:
Llama al camino de tu Señor por medio de la Sabiduría, la buena exhortación y convenciéndolos de la mejor manera
Y dice en otra aleya:
Di: Este mi camino. Llamo a (la adoración) de Allah basado en una clara visión, tanto yo como los que me siguen. Y ¡Gloria a Allah! Yo no soy de los que asocian
Tanto los dichos como los hechos del Profeta aclaran cómo invitar hacia el camino de Allah, pues dice, por ejemplo:
Quien de vosotros vea algo ilícito que lo impida con su mano; si no puede, pues con su lengua (aconsejando); si no puede, con su corazón y esto es lo más débil de la fe.
(Recopilado por
Ahmad,
Muslim
y los compiladores de Al-Sunan).
Y dijo
a Mu‘adh
cuando le envió a
Yemen:
(
Número del tomo 2;
Página 213)
Irás a un pueblo que pertenecen a la gente del Libro (judíos y cristianos) y tienes que llamarles, primero, a que atestigüen que no hay más dios que Allah y que yo soy el Mensajero de Allah. Si obedecen y creen en eso, enséñales que Allah les ha impuesto cinco oraciones durante el día y la noche. Y si obedecen y lo aceptan, enséñales que Allah les ha impuesto el azaque que se recoge de los ricos de entre ellos y se entrega a los pobres. Y si te obedecen y lo aceptan, pues, que no se toquen sus bienes, y ten cuidado con las súplicas de los oprimidos, porque entre ellas y Allah no hay velo.
(Recopilado por
Ahmad,
Al-Bujari,
Muslim
y los compiladores de la Sunan).
Y en un Hadith narrado por
Sahl ibn Sa‘d
-que Allah esté complacido con él- que el Profeta dijo a
‘Ali
-que Allah esté complacido con él- cuando le dio la bandera en la conquista de Jaybar:
... parte despacio hasta que llegues al campo de batalla, después llámalos al Islam e infórmales de las obligaciones que Allah, el Altísimo les prescribió en su religión. Pues juro por Allah, que si Él guiara por ti a un solo hombre, sería mejor para ti que los camellos rojizos.
(Recopilado por
Al-Bujari
y Muslim).
Asimismo, envió cartas a los reyes de las diferentes naciones en aquel entonces llamándoles a abrazar el Islam y ordenándoles adorar solamente a Allah. Mencionó en las cartas dirigidas a la Gente del Libro (cristianos y judíos):
¡Gente del Libro! Venid a una palabra común para todos: Adoremos únicamente a Allah, sin asociarle nada y no nos tomemos unos a otros por señores en vez de Allah
(
Número del tomo 2;
Página 214) Les prometió tener una doble recompensa si aceptaban su invitación al Islam, y les amonestó con el castigo tanto por su pecado como por el de sus naciones si se negaban a aceptar dicha invitación.
También invitó al Islam a través de sus propias acciones, razón por la cual se volvió un ejemplo perfecto en su monoteísmo y adoración, alcanzando el grado sublime de los valores morales en su biografía y tratamiento con la gente. No se enojaba ni se vengaba a sí mismo, pero sí se enojaba cuando alguién cometía una transgresión contra las cosas inviolables de Allah -Exaltado sea- Así pues, Allah le describió en el Corán con estas palabras:
con los creyentes es benévolo y compasivo
Y en otra aleya dijo:
Y estás hecho de un carácter magnánimo
El método seguido por el Profeta en la invitación a Allah fue clarificado en otros muchos dichos, hechos y cartas. Así fue la estrategia sensata, sabia y compasiva que siguió Muhammad al invitar a Allah y que nos ordenó seguir. Los predicadores de los grupos islámicos tienen, pues, que convocar al sendero de Allah con sabiduría, buena exhortación y convicción de la mejor manera. Deben, asimismo, tratar a cada conforme a su posición y entendimiento. Quizá Allah les ayude para que consigan la victoria de Su religión y dirijan sus flechas hacia sus enemigos, y no hacia sus propios correligionarios. Ciertamente Allah es quien acepta la súplica.