Dedicar la recompensa de recitar el Corán a un fallecido
Pregunta 2: Tenemos varios métodos para dedicar la recompensa a los fallecidos; como por ejemplo: algunos de nosotros invitan a los estudiantes de las escuelas religiosas para recitar y terminar (la recitación de) el Sagrado Corán en la casa, y después de la recitación, el dueño de la casa distribuye la comida a los estudiantes. ¿Acaso el difunto recibe la recompensa de tal forma? Otros colaboran en construir las escuelas religiosas y las mezquitas para que la recompensa llegue al difunto, o los herederos y los familiares realizan obras de caridad para dedicar la recompensa al difunto. ¿Acaso todo esto está permitido y cómo?
Respuesta 2: Primero, la regla general, es que las prácticas religiosas deben ser realizadas tal como fueron ordenadas en las evidencias de la shari'ah (Ley Islámica); pues, no se realiza un acto sino por una legislación registrada en los textos de la shari'ah. Ya que recitar el Corán es uno de los puros actos de adoración, cuya recompensa se dedica a quien lo realiza. (
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Pues, dedicar la recitación del Corán, no llega al fallecido, según la opinión más acertada de los ulemas, y hemos emitido una fatwa acerca de esta cuestión, que dice textualmente: ¿Está permitido leer la sura de Al-Fatiha (la Apertura) o algo del Corán por el difunto al visitar su tumba? ¿Recibirá el difunto algún benificio por este hecho? Respuesta: Fue auténticamente reportado que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- visitaba las tumbas y suplicaba por los difuntos con unas súplicas que enseñó a los Compañeros -que Allah esté complacido con ellos- y que ellos aprendieron de él, como por ejemplo:
La paz descienda sobre vosotros, oh, habitantes de estas moradas, creyentes y musulmanes. Nos uniremos a vosotros, si ésta es la voluntad de Allah. ¡Le pedimos a Allah que nos otorgue la salvación!
Por otro lado, no fue confirmado que él -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- recitaba cualquier sura del Corán o unas aleyas para los muertos durante sus frecuentes visitas a sus tumbas, y si esto hubiera sido permisible, él lo habría hecho y también lo habría enseñado a sus Compañeros, buscando la recompensa y la misericordia hacia esta Ummah y cumpliendo el deber de informar. Él es, verdaderamente, tal como fue descrito por Allah -Exaltado sea- en la siguiente aleya:
En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de vosotros mismos; es penoso para él que sufráis algún mal, está empeñado en vosotros y con los creyentes es benévolo y compasivo
Dado que el Profeta no lo hizo, aunque hubiera podido hacerlo, demuestra que es inadmisible. Los Compañeros del Profeta -que Allah esté complacido con ellos- lo supieron y, por lo tanto, siguieron el método del Profeta y se bastaron con aprender la moraleja y suplicar por los muertos al visitarlos, y no fue recopilado de ninguno de ellos que recitaban el Corán por los mismos. (
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Página 205) Por lo tanto, recitar Corán por los muertos, es una bid'ah (innovación en la religión). Se comprobó que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo:
Quien innove algo en nuestra religión que no sea de ella,no le será admitido
Segundo: La recompensa de los actos caritativos dedicados al difunto llega a él según lo que la shari’ah legisló, como la súplica, pedir perdón a Allah para ellos, sacar limosna, realizar al-hajj (peregrinación mayor) o la 'umrah (peregrinación menor) en su nombre, pagar sus deudas y también ayunar en su nombre si le faltaban días para ayunar. ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!