Alzar la voz diciendo las plagarias y recitar la aleya de Al-Kursi al concluir la oración

Pregunta 1: He hecho la oración en una mezquita en Damasco; al concluir cada oración obligatoria ordenaban a uno [de los oradores] que recitara en voz alta la aleya de Al-kursi, las tres suras protectoras. Y cuando terminaba de recitar, cada uno de los oradores volvía a repetir la aleya de Al-kursi y las dos azoras protectoras.¿Esto forma parte de la Sunna del Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- o es una innovación religiosa?¿Tengo la obligación de aceptar eso y realizarlo constantemente? Teniendo en cuenta que sé que recitar la aleya de Al-Kursi y las dos suras protectoras forman parte de la Sunna del Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-. ¿Está permitido que uno de los oradores alce su voz al concluir cada oración obligatoria recitando la aleya de Al-Kursi y otras a fin de enseñar a quien no sabe recitar dicha aleya y dichas suras?

Respuesta 1: No está permitido alzar la voz recitando lo que ha sido mencionado al concluir las oraciones; ni por parte de alguno de los oradores ni por parte de la congregación aunque sea con la intención de enseñar, ya que será una innovación religiosa, porque no fue comprobado que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- lo hacía, mientras que fue comprobado que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: Quien innove algo en nuestra religión que no sea de ella, será rechazado Recopilado por Al-Bujari y Muslim. Por lo tanto usted no tiene la opción de aceptar su innovación, sino que debe rechazarla, clarificando la verdad según sus posibilidades, y con prudencia y buena exhortación, porque Allah dice: Llama al camino de tu Señor por medio de la Sabiduría, la buena exhortación y convenciéndolos de la mejor manera y porque el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo: Quien de vosotros vea algo ilícito que lo impida con su mano; si no puede, pues con su lengua (aconsejando); si no puede, con su corazón y esto es lo más débil de la fe